DE ARQUITECTURA LIGERA

Dos volúmenes que parecen flotar dentro de un bosque tropical en la cálida ciudad de Ibagué, Colombia, son el epicentro de un proyecto para el crecimiento del cuerpo, la mente y el espíritu.

Educación y arquitectura constructivista. Dos conceptos que se entrelazan en este proyecto del estudio de diseño colombiano Cruz de la Pava para quienes realizarlo significó un proceso de aprendizaje en todo el sentido de la palabra. Se trata del área de inteligencia emocional del Colegio San Bonifacio de las Lanzas. Un lugar que brinda las condiciones para que los estudiantes puedan desarrollarse como seres humanos completos. En donde, gracias al diseño, puedan trabajar en el pensamiento creativo y colectivo. Un edificio tanto funcional como emocional.

Dos universos conectados e independientes a la vez; así se pueden vivir las estaciones que componen la totalidad del edificio. “En un principio planteamos un espacio enorme con una forma poligonal y sin divisiones”, agrega Felipe de la Pava, arquitecto del proyecto. Pero con el tiempo se dieron cuenta de que era necesaria esta división de espacios para poder generar diferentes estados dentro del desarrollo de los estudiantes. “Fue aquí en donde nos inclinamos por materiales que dieran la sensación de amplitud y transparencia como son el vidrio y el metal para, de esta manera, poder conectar visualmente esta ideología de un crecimiento contemplador con la naturaleza circundante, sin perder la intimidad de un espacio con propósito”, concluye el arquitecto.

“Este espacio es un lugar de conexión con el mundo exterior, es un espacio flotado”, narra Camilo Cruz. “Flotado” no es una analogía, es literal. En este volúmen dedicado a las emociones físicas —inspirados en la casa Farnsworth de Mies van der Rohe—, una gran sala abierta, multifuncional y generosa, de materiales cálidos y de visuales que enmarcan la riqueza natural de la región, brindan el ambiente ideal para explorar la mente a través del cuerpo. “Es como un gran salón de yoga en medio de un colegio”, agregan los diseñadores. Al ser un espacio para la experimentación, para lo físico, materiales cálidos como la madera, el fique, y el paño en tono rosa cobran protagonismo.

En su totalidad el proyecto diseñado por Cruz de la Pava es fluido y cohesivo. Una gran estructura que no solo amarra los dos volúmenes, sino que, al mismo tiempo, propone una estética limpia y minimalista ideal para despejar la mente. “No buscábamos un proyecto de tendencia. Queríamos llegar a la esencia de un espacio sin ornamentos y encontramos que lo más puro era la geometría básica”, afirma Camilo Cruz, “Al final quisimos lograr una mimesis entre este esqueleto metálico estructural, vestido en vidrio con todo el ambiente que lo rodea”, finaliza Felipe de la Pava.

PROYECTO: Área de inteligencia emocional del Colegio San Bonifacio de las Lanzas.

UBICACIÓN: Ibagué, Colombia.

Año: 2020

DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN: Cruz de la Pava

Fotografías: ⓒMónica Barreneche

“Empezamos a indagar en qué consistían las emociones del ser humano, mindfulness, yoga, meditación, el crecimiento espiritual y cómo, desde nuestro campo, crear ese ser completo”

CRUZ DE LA PAVA

En su totalidad el proyecto diseñado por Cruz de la Pava es fluido y cohesivo. Una gran estructura que no solo amarra los dos volúmenes, sino que, al mismo tiempo, propone una estética limpia y minimalista ideal para despejar la mente.

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